Los colores primarios son tres: rojo magenta, azul cian y amarillo limón. Son la base del círculo cromático, y todos los demás colores se obtienen mezclando estos tres.
Cada color tiene un complementario, que será el opuesto en el círculo cromático. El rojo magenta es el color más atrevido y elegante de los primarios; mezclado con blanco es más femenino, cuando se oscurece se hace más intenso y masculino; mezclado con amarillo tenemos los naranja y combinado con azul llegamos a la armonía de los violeta. Su color complementario sería el verde.
El azul es un color frío al que se le asocia un poder relajante, por lo que es el preferido para los dormitorios y, al dar una sensación de limpieza, también se le suele aplicar a las cocinas y baños. Su complementario es el naranja. Si le mezclamos con amarillo conseguimos los verdes, y con el rojo llegamos a los violeta.
El amarillo es el color más luminoso y optimista, pero al ser tan intenso no resulta relajante y conviene rebajarlo con blanco. Mezclado con rojo formamos los naranja, y con el azul conseguimos los verdes. Su color complementario es el violeta.
Los colores secundarios puros son el verde, el naranja y el violeta. Estos se consiguen mezclando a partes iguales los primarios:
ROJO + AMARILLO = NARANJA
AZUL + AMARILLO = VERDE
ROJO + AZUL = VIOLETAEl verde puede ser un color cálido si contiene más amarillo. Y, a su vez, ser un color frío si contiene más azul; es un color muy apreciado en Interiorismo porque combina con todos los colores y en todas las maderas.
El violeta es el color más romántico y femenino en su versión más pálida y sin embargo denota sofisticación y fuerza cuando pasa a ser morado intenso ó berenjena.
El naranja llevado a los tonos pálidos resulta cálido y acogedor, adecuándose a espacios de estar y de reunión como salas y txokos, sobre todo en sus tonos tierra.
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