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domingo, 21 de abril de 2013

Glicinias: el color de la primavera


Mirad qué bonitas tengo las glicinias. A ver si deja ya de llover para poder disfrutarlas. Esta planta trepadora requiere un soporte bastante sólido donde agarrarse, debido a que utiliza el sistema de tallos enroscados para sujetarse a los apoyos, y al crecer varios metros cada año, su tronco y sus ramas ganan bastante grosor.

Como es una planta que siempre me ha gustado, decidimos colocarla sobre una pérgola "casera" realizada a base de hierros entrelazados y sujetos a la base de un muro de ladrillo lucido con masa.


Para mantener en buen estado los hierros de la pérgola, aplicamos esmalte con antioxidante incorporado, eligiendo un color verde oscuro para que resulte ópticamente desapercibido con la floración. Este esmalte tiene la ventaja de que su secado es muy rápido y te ofrece dos productos en uno: la imprimación protectora para el óxido y el acabado decorativo del esmalte brillante. Este producto conviene aplicarlo cada dos o tres años para evitar su deterioro, sobre todo en este clima tan húmedo.

Para los muros se ha empleado una pintura plástica de fachadas en color blanco satinado, con componentes antimoho y antiverdín.


La glicinia es una trepadora de crecimiento rápido y que está dotada de unas hermosas flores en espigas colgantes de color azul lilaceo, aunque también existe una variedad con las flores blancas. Estos racimos de flores, ahora en primavera, cubren casi por completo toda la planta. Más adelante los racimos estarán combinados con hojas de color verde claro. El conjunto resulta precioso.

lunes, 11 de marzo de 2013

Mantenimiento de muebles de jardín


Ahora que empieza el buen tiempo es el momento de dar un repaso a los muebles de exterior.

Si son de madera de teca, iroco u otras maderas tropicales que no tienen poro, bastará con aplicar aceite de teca, bien sea incoloro o con un poco de color. Su aplicación es muy sencilla: puedes aplicarlo a brocha, con una esponja o con un trapo de algodón, extenderla bien y, tras unos cinco minutos ,retirar el exceso con un paño limpio. Este aceite tiene filtros ultravioleta para proteger los muebles de la acción solar y, a su vez, los protege del agrisamiento que suele producirse en las maderas que están en el exterior. Es recomendable aplicar este aceite por lo menos dos veces al año para mantener tus muebles de exterior en perfectas condiciones.

Si los muebles son de hierro y no están en mal estado, elimina la suciedad y el posible óxido con un cepillo de púas de alambre o lija para hierro. Luego, tras limpiarlos, aplica una o dos manos de minio sintético o imprimación antioxidante, y acaba el trabajo con dos manos de esmalte sintético brillante o una laca satinada del color que te guste. Actualmente existe la posibilidad de encontrar estos acabados en productos al agua e incluso ecológicos. También puedes optar por el acabado efecto forja, que da un aspecto más rustico a tus muebles, con su acabado granulado. Ya sabéis que es importante respetar siempre el tiempo de secado de cada producto entre mano y mano, y la importancia de la lija para que el acabado quede lo más fino posible y conseguir una adherencia perfecta.

Si la pintura vieja está en mal estado es recomendable que apliques un gel decapante para ayudarte a despegar las capas antiguas de pintura que pueda tener el mueble. Este producto se aplica de forma abundante sobre la superficie a tratar y, tras esperar unos veinte minutos aproximadamente, verás que la pintura vieja se va despegando y así, con la ayuda de una espátula, la podrás retirar fácilmente.

Y luego, tras limpiar la superficie con disolvente, ya podrás empezar su recuperación, y si ves que tiene alguna muesca o zonas comidas por el óxido, puedes aplicar una masilla de poliéster de dos componentes o una sintética para rellenar las posibles fisuras, y tras afinarla con lija, aplicar la imprimación y proceder con el acabado.

Para adornos de jardín (como pueden ser las ruedas, carretillas, carros antiguos o cualquier objeto decorativo de madera) aplica aceite de linaza. Este aceite nutre la madera, y a su vez la confiere un ligero toque de color con un acabado satinado y natural.