Esta es mi hermana Maite, nuestra experta en manualidades dentro de la empresa. En esta ocasión, nos va a explicar cómo ha transformado unos pies de lámpara de madera de haya en bonitas lámparas de mesilla en tonos morados, para que queden integrados en el conjunto de una habitación, que está decorada en esos tonos.
"Lo primero que se debe hacer es lijar suavemente la madera para abrir el poro y que la imprimación penetre mejor en la superficie para cerrar el poro de la madera. Al ir pintada en color, puedes utilizar como tapaporos tanto goma laca, como un gesso acrílico, pintura acrílica o una laca tapaporos. Cuando la imprimación esté bien seca, vuelve a lijar suavemente para quitar las posibles asperezas que aparecen al humedecer la madera.
Tras esto, comenzamos a aplicar el color. En este caso, morado. Es mejor aplicar siempre dos manos para que quede bien cubierto y, a veces, volver a lijar para que quede bien liso.
Para dar un toque diferente, he aplicado una pátina rosa. La pátina se aplica con un pincel y al momento se retira el exceso con un paño que no suelte pelusa, cargando más por unas zonas que por otras (depende del gusto personal).
Para darle un brillo especial, una vez seca la pátina rosa, se aplica un poco de plata resbalada en las zonas de relieve de la pieza. Es decir, 'a pincel seco': se unta un pincel con un poco de plata, descargamos el exceso en un trapo, de forma que apenas tenga pintura, y se va aplicando en las zonas elegidas.
Una vez todo seco, se acaba el trabajo con dos manos de barniz. En este caso, he empleado un barniz acrílico satinado. Para integrar también la tulipa, y que estuviera a tono con la decoración, he pintado los bordes en morado y plata, a juego del pie de lámpara."Espero que os haya gustado. La seguiremos mareando para que nos dé consejos.
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