Begoña buscaba una alfombra de lana para su recibidor, pero las medidas estándar que se comercializan no se adaptaban al tamaño que ella necesitaba. Para solucionar este problema se optó por confeccionarle una alfombra con moqueta en las medidas deseadas, y utilizar una cenefa de algodón en forma de remate.
El modelo elegido es un bucle grueso de lana en tonos verde jade, arena y marfil, con la cenefa en marrón oscuro. Son tonos suaves y a la vez "sufridos", teniendo en cuenta que van a estar en una zona de mucho tránsito. Y a su vez, son colores que se acoplan bien a cualquier tipo de decoración.
Como siempre se dice: la primera impresión es la que cuenta. Y el recibidor es la carta de presentación de tu hogar. El color verde transmite serenidad y equilibrio, por lo que resulta perfecto para el recibidor. Y en esta versión de tono más apagado, aporta un ambiente clásico.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la lana es el material más suave y cálido para la confección de alfombras y moquetas. Las alfombras de lana son un buen aislante térmico y acústico, además entre sus propiedades destaca su gran resistencia al uso y su carácter ignífugo (resistencia al fuego).
Una alfombra de lana bien cuidada puede acompañarte toda la vida. Y lo más importante,no sólo te va a proteger el suelo, una alfombra de lana viste y da calidez a tu hogar.
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