domingo, 19 de mayo de 2013
Cuidado y mantenimiento de embarcaciones
Ahora es el momento de que os preocupéis por el estado de conservación de vuestras embarcaciones, para así poder disfrutarlas este verano.
Para mantener en buen estado un barco de madera, se debe limpiar con agua dulce y detergente la zona exterior y encima de la línea de flotación, para eliminar la grasa acumulada. Para poder comprobar si hemos dejado algún resto de grasa, mojamos con agua dulce, y si se forman gotas es porque todavía quedan restos, mientras que si ésta resbala sin dificultad es porque esta limpio.
Una vez limpia y seca la superficie, se lija hasta matizarla y sellamos las imperfecciones con masilla sintética y tras lijarla, la podemos pintar con un esmalte sintético aplicando dos manos de pintura. Es importante que la superficie debe estar a temperatura ambiente.
Si la embarcación es de fibra, aunque el gelcoat de las embarcaciones de fibra de vidrio es fuerte y duradero, si no se protege correctamente se deteriora con el tiempo. Para su mantenimiento utilizamos la misma fórmula que en las de madera pero aplicando masilla de polyester para las imperfecciones, y un acabado en esmalte de poliuretano de dos componentes. Si el casco está en buenas condiciones, pero sucio, aplica un limpiador tipo cleaning de Hempel que lo deja totalmente limpio.
Para el cuidado de debajo de la línea de flotación, aplicamos un antiincrustante o antifouling. Antes de proceder a su aplicación debemos lavar la superficie siempre con agua dulce. Y a la hora de lijar bajo la línea de flotación, recuerda que debemos hacerlo siempre con la superficie húmeda, nunca en seco, porque el polvo es nocivo. Después del acabado, deben pasar 24 horas como mínimo, o dos meses como máximo para echarla al agua.
Para el mantenimiento de la madera de cubierta, si es de teca debes limpiar y lijar suavemente, siempre en dirección a la veta, y aplicar dos manos de aceite de teca. Ten en cuenta que la madera esté a temperatura ambiente.
Para los demás tipos de madera, puedes utilizar un barniz marino de acabado brillante, o un lasur o barniz a poro abierto. Las ventajas de los lasures ya hemos comentado anteriormente, destacando que no se cuartean ni escaman, y con un mantenimiento mínimo, pero con un acabado satinado.
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