Hay veces en que cambias de muebles en una habitación, pero siempre sucede que tienes alguna pieza a la que guardas un cariño especial, bien porque se trata de una herencia familiar, o porque tiene más capacidad, e incluso es de mejor madera que las que se fabrican hoy en día.
Una buena y fácil solución para que puedas aprovechar esa pieza tan especial es darle un acabado nuevo, para así poderla acoplar en cualquier tipo de decoración.
Para ello, además del socorrido acabado en blanco roto, podemos utilizar el acabado en plata metalizada, que nos dará un aire más actual al espacio. Eso si, procura que sea mejor en un mueble de líneas más bien rectas, sin demasiadas florituras.
Para este acabado disponemos de una pintura plástica de acabado metalizado en color plata, que a diferencia del esmalte sintético plateado, tiene un acabado más sedoso, y es muy fácil de aplicar.
Tras lijar suavemente la superficie para quitar el brillo del barniz que pueda tener el mueble, aplica una mano de selladora al agua blanca. Una vez seca la imprimación, vuelve a lijar suavemente y aplica una mano de pintura plástica blanca satinada, y acaba con dos manos de pintura plata metalizada, dejando secar bien entre cada mano de pintura. A ser posible emplea un rodillo de esponja para que el acabado te quede más uniforme.
Este tipo de pintura también es adecuado para aplicarlo en paredes, pero siempre es mejor reservarlo para zonas pequeñas, como puede ser columnas, rayas en una pared combinadas con pintura plástica en negro o azul oscuro, etc. Es mejor utilizarla como un complemento de la decoración, como un toque especial.
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