martes, 23 de abril de 2013
Hablando sobre papeles murales
Una forma original e informal de decorar las paredes de tu hogar es la colocación en una pared o, en parte de ella, papeles murales.
El papel mural, al igual que el papel pintado, se puede presentar en papel dúplex o normal que, como ya decíamos en el apartado de los papeles pintados, necesita que se aplique cola tanto a la pared como al papel, o con soporte no tejido, que solo necesita que encolemos la pared.
Cuando hablamos de murales nos solemos referir a un motivo o paisaje que cubre toda una pared. No obstante, existen diferentes medidas además de las del tamaño maxi (3,90x2,70 aproximadamente), como por ejemplo los que simulan un cuadro (93x 130 aprox.).
A la hora de colocarlos, asegúrate de que la pared está lisa y sin faltas. Si no es el caso, cubre las imperfecciones con plaste y alísalas (como comentábamos aquí).
Los murales que cubren una pared entera se suelen presentar en ocho piezas. Por ello es conveniente que antes de empezar a colocarlos los plantees en el suelo para determinar como debes encajarlos. También es conveniente que cuadricules la pared para determinar el inicio y empezar a colocar las piezas desde el centro de la pared hacia los lados.
Ten en cuenta el tipo de papel que es para aplicar la cola adecuada, y en el caso de papel dúplex, superponlo unos dos o tres milímetros, ya que al secarse el pegamento suele tender a encogerse. Aparte de los murales grandes que se presentan en ocho piezas, los hay de 4, de 2, e incluso como os comentaba antes, de una sola pieza que aparentan un lienzo e incluso podríais rematarlos con un junquillo de madera a modo de un cuadro.
Algunos modelos simulan paisajes urbanos con rascacielos, ciudades nocturnas iluminadas, y como la foto que os muestro, algunos parecen auténticos trampantojos que simulan una ventana asomada a la metrópoli. Otros evocan paisajes paradisiacos, que como en el cuento de Mary Poppins, te invitan a meterte en ellos. Bosques, playas, puestas de sol, un sinfín de paisajes relajantes. Y cómo no, un mundo floral que te relaja la vista y donde casi llegas a oler su fragancia.
Para completar la decoración de esa estancia, solo debes tener en cuenta el pintar el resto de las paredes con un tono afín que no reste protagonismo al eje central de la decoración, que en este caso sería el papel mural.
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