lunes, 1 de abril de 2013

El craquelado


Otro de los acabados más decorativos que hacen "a viejo," sobre todo en la madera, pero que también se puede aplicar en otras superficies (como el metal, cristal, e incluso en una pared), es el craquelado o cuarteado.

Su principio se basa en la reacción química que producen dos productos, uno al aceite, y otro al agua, que al tener diferentes tiempos de secado, reaccionan y se abren, originando grietas. Y estas grietas se decoran para que resalten más.

Ahora existen en el mercado productos específicos, unos médium craqueladores, para realizar esta técnica de una forma sencilla. Por ejemplo, si queremos realizar un craquelado sobre una superficie en un solo color de base, tras aplicar un fondo adecuado a la superficie en la que trabajemos, aplicamos el color que elijamos a la pieza que queramos decorar. Es más fácil con pintura acrílica, y cuando ésta esté seca aplicamos el líquido craquelador de dos pasos. Aplicamos el primer componente, y cuando esté seco, se aplica una capa gruesa del segundo componente.

Cuando se seca se forman las grietas, y para que éstas resalten se aplica una pátina, bien con pinturas al óleo, betún de judea, o pátinas de colores, frotando con un trapo de algodón para eliminar el sobrante, y que solo resalten las grietas. Para protegerlo debes aplicar un barniz final.

Otra forma de realizar un craquelado es el que se realiza con dos tonos diferentes de pintura, y para ello está el médium craquelador de un solo componente. Esta es la forma más sencilla de conseguir un bonito craquelado.


Para llevarla a cabo, tras fondear la superficie, aplica el color que quieras que se vea en el fondo, es decir, el que te resalte la grieta. Una vez seco, aplica el producto craquelador sobre toda la superficie, y cuando esté totalmente seco, aplica la segunda pintura de color diferente. El efecto cuarteado se verá mientras se va secando. Una vez acabado, protege la pieza con un barniz o una cera.

Para esta técnica es mejor emplear pinturas acrílicas, y tonos que queden bien contrastados. Y lo más importante es que cuando apliques el médium craquelador, lo hagas siempre en la misma dirección, y sin repasar por encima, porque de no ser así, anularías el efecto.

Esta técnica decorativa también se puede aplicar sobre una pintura, dibujo, decoupage o estarcido. Y muchas veces, se aplica combinada con la técnica del decapé. Yo te recomiendo que la apliques en piezas pequeñas, o en algunas zonas de muebles grandes, ya que en mi opinión, una pieza grande craquelada, puede resultar un poco recargada.

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