Para que el papel pintado quede perfectamente colocado las paredes tienen que estar lisas, aunque últimamente está en el mercado un papel soporte que se puede aplicar sobre una pintura de picado o gotelé siempre que sea fina, para luego empapelar sobre él. Si hubiera grietas u otros defectos, debes cubrirlos con masilla plástica o pasta tapagrietas y luego lijarla. En el caso de que la pared sea muy absorbente, es necesario aplicar una imprimación o, en su lugar, la misma cola de empapelar diluida con agua.
En los papeles pintados tipo dúplex (papel sencillo), y en los vinílicos o plástificados, se debe aplicar cola tanto al papel como a la pared. Luego están los papeles con soporte tejido no tejido, en los que la cola se aplica solamente a la pared.
Cuando tengas que dar cola al papel, aplícala siempre de forma uniforme y presta atención a los bordes para que queden perfectamente cubiertos. Dobla las extremidades hacia el centro y déjalo reposar algunos minutos; ayúdate con un cepillo ancho para colocarlo de arriba hacia abajo, dejando unos centímetros más largos sobre el rodapié y luego iguálalo con un cutter.

Para cerciorarte de que el papel queda recto, es conveniente que utilices una plomada para el primer paño y así poder corregir los posibles errores que puedan suceder al llegar a las esquinas. Las medidas habituales de los rollos de papel son 53 centímetros de ancho por 10 metros de largo, aunque algunos rollos también se presentan en 70 centímetros de ancho.
Anímate a empapelar y darás un toque más cálido a tu hogar. Los papeles con soporte no tejido, que sólo necesitan que encoles la pared, son muy sencillos de colocar.
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